Las hay canarias con más y menos suerte. Pero las hay. El momento de Cristina, Corazón, quizás era el más apasionante, empresariamente hablando: viene de TVE, con merecido prestigio y la habian dejado en la cuneta con la cosa del Ere. Estaba a tiro. Las condiciones de indemnización del ente son muy claras, se pueden leer en google, y entre otras cosas, lo más relevante es que siguen cobrando altas sumas por barba y por vida laboral. Con lo cual, Cris, con poco que haga en casas como la nuestra, tiene garantizado el cocido madrileño. Claro que hablamos de doble paga, pero si no cobra del ente canario sino de una empresa privada, no debería de haber problema, y en tiempos de crisis hay que acumular riqueza y cuota de pantalla, y si no que se lo digan a las de su quinta como Maria Teresa Campos. Claro que ahora viene lo bueno, Cris no quería: leyó proyecto y meditó lo del "gallinero" en Canarias, lo del spin off del Moros y Cristianos y pensó: "yo en eso no me veo". Salieron más nombres, eso me dijo mi amiga la de la tele: Isabel, la sempiterna Prinz, que dado que en su tierra no gana ni para una gala, actúa de actriz, por cierto en series nacionales de notable solvencia (dice que aquí no la quieren, y repito, este desorden de programa le viene como anillo al dedo): al menos ella con gracia levantaría al desanimado y descordinado grupo de ¿concursantes voceros insulares?.
Luego alguien mentó a La Socorro, la de RNE, ninguna es amiga de la otra. Pero estallaron en risa. Los peninsulares no la conocían y los de aquí se esmeraron en contar su trayectoria irregular. Pilar y sus refranes resisiten aquí en Madrid gracias a que su director es de Tenerife, otro ex de la tv canaria, y al menos tiene un programita en la tercera cadena. Ya lo intentó en esta tele pero salió por patas cuando le dijeron que incurría en delito (¿?). Cris volvió a ser invitada a una reunión: se subió la suma y se le aseguró que se bajará el volumen del gallinero. Mi amiga lo que quería era un porgrama elegante, de su talla. Y claro, como todas las que la vimos en el estrepitoso estreno de No Secrets, podemos dar fé: paradigma del rigor y de la elegancia. Pero quedan más: José Toledo, Miró o Ariadne Artiles. Claro que ellas nunca cogen el teléfono si ven de seguido el 928 ó el 922. Pero la empleada del mes, será sin duda "Sonsoles ¿qué hay de lo mio?". Besos Miss, que tu sí que vales y no tienes Secretos. Habrá más
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