La Tele del jueves: "¡Cuidado con los inmigrantes
y con los periodistas y policías
o gales canarios!"
Como ya adelanté hace días, queridos/as, la salida de Cris del Sin Audiencia es cuestión de días. De hecho ya se ha anunciado formalmente, pero hay un contrato que cumplir y en esa andan, en ver cuántos programillas deja grabados antes de dejar La casa nostra. Y ahí quería llegar: la noche de este jueves en esta tele, ha despertado en mi -como espectadora que ve este canal archipiélagico a través de la red y desde la ciudad que acogió a Galdós (aprovecho y así lo mento en su aniversario, ya entiendo su huída con décadas de antelación, sin melancolía ni nostalgias)-una especie de repulsa incontenida, un dolor amorfo, una fobia catódica, "una verguenza de las grandes", resume mi madre desde Las Palmas y por teléfono, claro. Eso mamá di vergüenza bien en alto. Eso es lo que me da: mucha vergüenza. La casa nostra es lo que resume todo lo que acabo de ver, y no es poco, que a mi no se me paga por tragarme de golpe y sin licor todo lo que me pusieron esta noche. Con todo respeto, Cris, cuidado con montarte un circo en torno a algo tan delicado como la inmigración, Corazón. Cris, vale que te vas en pocas semanas, vale que eres una gaviota en Madrid, pero no compares tu dolor que vuela en Business Iberia con el de un pasajero en un Cayuco. La inmigración no entiende de debates. No se puede preguntar a los contertulios, con todo el peligro y la fiebre que la pregunta en si misma conlleva, que si la inmigración se traduce en delincuencia, y que si los inmigrantes van por la calle con navajas. Mi madre me llegó a insinuar que mañana mismo echaba a la colombiana que le hacía la casa porque en tu Sin Audiencia habían dicho que lo menos que hacían era robar y que lo hacían en bandas. Gracias a que la concursante de GRAN Canaria defendió a su ecuatoriana: "ella tiene las llaves de mi casa". Y me pareció escuchar que Cris Corazón también defendió a su ama del hogar. Oye, Cris, que las inmigrantes ya son otra cosa, no la sudamericana que nos lava las bragas. Pasado este primer peligro, sólo comprobar la respuesta del público a No Secrets tomorrow morning. Volverá a ser implacable, seguro. Pasada esta tormenta que me lío, tuve que tragarme apenas tres minutos, digo tres del programa del Carmelo Rivera del Duero. Por un momento pensé en Ana Rosa Quintana o en EL Gato al Agua, entre la polémica inaudita y el ataque al psoe. Bueno, de entrada decir que es muy feo, que un súbdito, digo subdirector de cabecera grancanaria, ataque con nombres y apellidos a un compañero, aunque sea de los de este lado del rin (de los sinpapeles: del lado crítico que es el del periodismo digital), y me pongo seria, caramba. Hacerse eco de una información sesgada publicada por un diario cuestionado e instalado en un periodismo rancio y politizado, y usarla como metralleta para atacar a voces libres del Archipiélago o lo que es igual hacer acusaciones penales graves a compañeros de profesión. Insólito. Para eso creo que están los juzgados, dixit. No se debe admitir que en espacios públicos se ataque y se ofenda de manera impune y mucho menos a otros medios y periodistas que no cumplen, de momento, ninguna condena. En este escaso tránsito por el envite, -con minúscula porque no llega al dos por ciento de share, y menos mal así hace poco daño, sólo a mi y a otros mil que nos van las palizas- llegué a escuchar que "estaba en riesgo el estado de Derecho", y todo esto por lo que se infiere de dicha publicación, revista que me acabo de enterar que sigue en circulación, porque les aseguro que en el Madrid del hoy y del metro, es decir posterior a Primo de Rivera (del Duero?), nadie la lleva debajo del sobaco. Pues eso, que me han quitado el sueño: entre que los inmigrantes son un peligro y que en Canarias actúan los Gal, y que la culpa la tienen trabajadores de la prensa, mejor apago el canal que veo por la red y me busco al menos entretenimiento y diversión en la pierna escayolada del guapo Escasi. Vaya que me siento galdosiana esta noche: "de Canarias ni el polvo", qué horror!!! qué miedo!!. La noche del jueves en Canarias es temática: Somos los peores. Besos
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